lunes, 12 de mayo de 2014

EL PASTOR, EL LOBO, LAS OVEJAS Y LUPITA

Esta tarde, mientras veíamos entrenar a Tom con el equipo Ballenas del Galeana, clase 2002, me sorprendió con la interpretación fidedigna y clara de Lupita, Ma. Guadalupe Reyes Vazquez,,  sobre esta importante parábola.



Las duras palabras de Jesús, me escandalizaron pero Lupita insistió en que eran justas, llenas de amor, correctas:
Comenzó a recitarme el Evangelio:

": El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador.
2 Pero el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
3 A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre y las saca.
4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas lo siguen porque conocen su voz.
5 Pero al extraño no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
6 Esta alegoría les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les quería decir.
7 Volvió, pues, Jesús a decirles:
—De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores, pero no los oyeron las ovejas.
9 Yo soy la puerta: el que por mí entre será salvo; entrará y saldrá, y hallará pastos.
10 El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Jesús habló del lobo, ya que en aquellos días los pastores de ovejas debían cuidar mucho a sus rebaños para evitar que algún lobo (y muchas veces más de uno) se sirviera de una de esas indefensas criaturas.
Un vistazo a la Biblia nos muestra que el lobo es una bestia bastante peligrosa y tiene mucho que ver con los cristianos, porque bien pueden estos “animales”hacer causa común con las ovejas del rebaño del Señor sin que ellas los reconozcan, porque andan disfrazados:
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mt. 7:15).
Jesús dijo que los enviados suyos irían a proclamar el evangelio “como a ovejas en medios de lobos”:
• “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas” (Mt. 10:16).
• “Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos” (Lc. 10:3).
El pastor supone saber distinguir bien al lobo de la oveja: “Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras. Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?” (Jn. 10:7-21).
He aquí lo que el Señor nos dice:
* Que Él mismo es la puerta de las ovejas. Es decir, que todos los verdaderos cristianos son ovejas y no lobos, y todos ellos entraron a formar parte del redil del Señor por la misma puerta. Esa puerta es Cristo mismo.
* Muchos otros que pretendían ser verdaderos pastores, eran “ladrones” y “salteadores”.
* Jesús es la puerta (no una de las tantas) para que el pecador pueda hallar el perdón de sus pecados y la vida eterna.
* El otro nombre del lobo en medio de las ovejas es... “ladrón”. Tal como el lobo se roba algunas ovejas del redil, lo mismo hacen muchos de los “hermanos sospechosos o hermanos disfrazados”. El desastre que hacen estos “hermanos lobos” es terrible, tal como dijo el propio Señor Jesucristo en Juan 10:10.
* Al mencionar al lobo, hablamos también del pastor del rebaño (Jn. 10:11-15).
En este último pasaje tenemos varias declaraciones:
• Jesús es el único Pastor digno de confianza, el... “Buen Pastor”, porque solamente Él dio su vida por sus ovejas.
• Jesús hace distinción entre los pastores. Habla del pastor que es dueño de sus ovejas y del asalariado. El primero su vida da por sus ovejas, porque le han costado mucho y las cuida celosamente. El asalariado jamás pondría en peligro su vida. Cuando ve al lobo huye, porque las ovejas no son suyas.
Otra característica del verdadero pastor y las verdaderas ovejas de su redil, es que el pastor las conoce y ellas lo conocen a Él (Jn. 10:14).
El verdadero pastor pone su propia vida por sus ovejas (Jn. 10:15).
Como vemos, la Biblia nos habla mucho del pastor, de las ovejas y de los lobos.
Pablo advirtió del peligro de los lobos en medio de las ovejas: “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos” (Hch. 20:29, 30).
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